
Poco parece importarle a Rafael Bosch las palabras de Bauzá en el debate del estado de la Comunidad. Al menos, la primera parte de su discurso, dedicado -precisamente- al tema que a Bosch le tocó de cerca: el TIL.
El exconseller d´Educació hizo un largo tentempié en una conocida cafetería de la Gran Vía Asima, en Son Castelló (Palma), con un compañero. Un café, un croissant y una distendida charla entre las 11 y las 12. Ni una sola radio ni una televisión para seguir el debate.
Mientras tanto, el president arrancaba el debate en la Cámara y avisaba que la aplicación del TIL es "irrenunciable".