Según los datos publicados, el índice de incidencia de accidentes de trabajo en jornada con baja (número de accidentes por cada 100.000 personas ocupadas) es 420.1, cuatro puntos menos respecto al mismo período del año anterior, pero todavía muy por encima de la media estatal (282,7).
En números absolutos se han producido 22.496 accidentes con baja, de los cuales 4 han sido mortales y 135 graves. Cabe destacar positivamente la reducción de los accidentes mortales, que en el mismo período del año 2017 fueron 15. Por sectores, son la construcción y el agrario los que han sufrido mayores incrementos interanuales, aunque es el sector de Hostelería lo registra un mayor número de accidentes, 5.376.
A nivel estatal, en los primeros 11 meses de 2018 se han producido 562.132 accidentes con baja, 20.000 más que en el mismo periodo de 2017 (un incremento del 3.7%). Del total de accidentes, 583 han sido mortales; resalta el hecho del importante crecimiento de los accidentes mortales "in itinere": un 10,2%.
Desde la Secretaria Confederal de Salud Laboral de CCOO concluyen que “los datos muestran que la recuperación de la actividad económica se está realizando a costa de los derechos y la salud de los trabajadores y trabajadoras”.
Insisten en que “el conjunto de datos permite concluir que no se sostiene el argumento que vincula el crecimiento de la siniestralidad con la recuperación económica; la accidentalidad es efecto de la reforma laboral aprobada el año 2012. La apuesta por la precariedad, la desregulación y la flexibilización de derechos se está cobrando un alto precio en perdidas de salud y de vida de la población trabajadora”.