El gobierno austriaco anunció hace unos días que iba a demoler la casa natal de Adolf Hitler, si bien han reconsiderado la decisión. La casa será conservada aunque se acometerá una profunda reforma para evitar que se convierte en un lugar de peregrinación de neonazis. Se conserva porque “forma parte de la historia de Austria”.
Hitler nació en un edificio de la localidad de Braunau en 1989. El gobierno asumió el alquiler del inmueble por unos 50.000 euros anuales a la espera de la expropiación definitiva que se producirá en breve. Nadie vive en la casa desde el año 2011. En su interior se han organizado exposiciones y actividades para explicar a los visitantes los crímenes del nazismo.
