El sector de lujo inmobiliario en Baleares mantiene su línea ascendente sin que el descalabro económico que han padecido otros sectores por el Covid 19 haya hecho mella en sus cuentas. La incertidumbre económica y los vaivenes bursátiles provocados por el coronavirus, han provocado que los grandes inversores se hayan refugiado en el "ladrillo de lujo" con Baleares a la cabeza entre las preferencias de los que buscan inmuebles con precios superiores a los 1,5 millones de euros. Ahora las miras se han ampliado. Además de las tradicionales zonas de lujo como Andratx, Calvià o Son Vida en Palma, los inversores apuestan por grandes fincas o posesiones del centro de Mallorca y en otras zonas costeras como Santanyí.
La pandemia del coronavirus ha sido aprovechada por las grandes fortunas para sacar partido de la inestabilidad económica imperante en los países, miedo que ha alcanzado a las bolsas mundiales.
El gerente de la zona Sureste de Mallorca de la inmobiliaria Engel&Volkers, Hans Lenz, adelanta que, pese a la crisis económica del coronaviruis, "en el sector del lujo inmobiliario los precios no han bajado y esto ha sido así fundamentalmente por una cuestión psicológica al entender los inversores que una vez pasado el confinamiento, es hora de disfrutar de la vida".
Lenz añade que "curiosamente, en los meses de enero y febrero, cuando las bolsas estaban más nerviosas, fue cuando tuvimos una mayor demanda de inmuebles de lujo ya que los inversores se lo vieron venir y acudieron a refugiarse en el ladrillo. Baleares se ha convertido en lo que podríamos definir como 'espacio refugio'".
El precio de las casas de lujo se mantiene al alza
No por la alta demanda de viviendas
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El perfil del inversor presenta pocas novedades pues son los alemanes, seguidos de los ingleses y escandinavos los que más apuestan por las viviendas de lujo en Baleares que se venden a partir del 1,8 millones de euros. "Durante la pandemia, estas visitas se hicieron a través de video conferencia, pero ahora hemos vuelto a enseñarlas prsencialmente", destaca Hans Lenz.
En lo que sí se puede notar los cambios es en que las miras de los inversores se han ampliado y ya no se concentran exlusivamente en la habituales zonas. En este punto, Lenz recuerda que "normalmente, el mercado de lujo se ha dirigido a zonas como Calvià, Andratx o Son Vida en Palma. Ahora, este mercado se ha expandido hacia otras zonas como el centro de Mallorca y zonas costeras como Santanyí y alrededores. Las inversiones también se dirigen hacia fincas rústicas y posesiones del centro de Mallorca que se reforman si se puede y se destinan, mayormente a un uso privado".
INSEGURIDAD JURÍDICA
Otra visión del mercado de lujo inmobiliario proviene de los que construyen estas viviendas.
Jaime Salvá, del estudio Arquitectura &Interiorismo de Palma (http://salvarq.com/) explica que la crisis del coronavirus sí que ha afectado, al menos en parte, al sector inmobiliario de lujo: "El sector inmobiliario de lujo, por lo general, suele estar relacionado con los extranjeros y la pandemia ha paralizado la entrada de nuevos proyectos. Los clientes que suelen venir a comprobar el desarrollo de las obras de su futura vivienda, no lo han podido hacer y esto ha repercutido en nuevos proyectos. No se debe olvidar que desde que se aprueba un proyecto hasta que se puede empezar a vivir en el inmueble, pueden llegar a pasar hasta cuatro años".
En cuanto a los precios y zonas de los inmuebles de lujo, la situación no ha variado mucho. Las zonas más apetecibles para comprar o construr una vivienda de lujo siguen siendo Son Vida, Andratx y Calvià, aunque también se les suman otras como Santa Ponça o la zona de Cala Vinyes.
Salvá recuerda que siguen siendo los alemanes, franceses, belgas y suecos los que más acuden a los estudios para construir una vivienda de lujo "inmuebles que si contamos que se edifican con vistas al mar, con una superficie entre 400 y 500 metros cuadrados y con sótano para instalar actividade de coio, los precios se sitúan a partir de los cinco millones de euros, aunque en Cala Llamp hay un inmueble de 24 millones de euros".
Por último, este arquitecto reseña que el mercado inmobiliario se mueve pese a la escasez de suelo edificable. No obstante apunta que el principal problema al que se enfrentan no se centra en la escasez de suelo "si no en la gran incertidumbre jurídica existente en Baleares. Pedimos que exista una normativa clara para que inversor tenga seguridad. Hay personas que no invierten en Baleares por la actual inseguridad jurídica existente".