Según el escrito del fiscal, los hechos ocurrieron entre principios de 2018 y hasta abril de 2019, cuando la menor tenía entonces entre 7 y 8 años.
El acusado, tras ganarse la confianza de la víctima con golosinas y regalos, y aprovechando las veces que se quedaba a solas con ella en un piso que posee y mantiene como segunda residencia en Palma, le hizo tocamientos en las partes íntimas y el trasero cuando ésta se encontraba en la cama o en el sofá viendo la televisión o jugando.
Además, en varias ocasiones lamió su vagina y se bajó los pantalones, haciendo que la menor le acariciara los genitales. El 18 de abril de 2019, los padres de la víctima interpusieron una denuncia.
El Ministerio Público considera tales hechos constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años con prevalimiento de parentesco, por lo que pide para él la pena de seis años de prisión, la prohibición durante 11 años de comunicarse o aproximarse a menos de 500 metros de la víctima y la medida de libertad vigilada una vez termine la condena durante seis años, consistente en la realización de un programa de educación sexual.
Asimismo, el fiscal solicita que el procesado indemnice en la cantidad de 10.000 euros a la perjudicada en concepto de daños morales, así como en los gastos de asistencia psicológica que pudiera precisar la menor a consecuencia de los hechos.
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