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Caos en el aeropuerto a causa de la huelga de controladores |
Abren juicio contra 82 controladores de Balears por el caos de 2010
Por EFE
viernes 05 de mayo de 2017, 17:40h
Abren juicio contra 82 controladores de los aeropuertos de Balears por el caos de 2010
El juez de Instrucción número 1 de Palma ha ordenado la apertura de juicio oral contra 82 controladores por el "caos aéreo en cadena" generado en los aeropuertos de Balears en diciembre de 2010, por delito de sedición y coacciones y, de forma alternativa, por abandono del servicio público.
El magistrado Juan Manuel Sobrino ha dictado el auto de apertura de juicio oral en el que requiere una fianza de 3 millones de euros a los acusados y a su compañía de seguros como responsables civiles directos y al ente público Enaire como responsable civil subsidiario, "suficiente para responder de los posibles daños y perjuicios" que puedan probarse en este proceso.
Los hechos que se juzgarán ocurrieron al inicio del puente de la Constitución de 2010, tras varios meses de conflicto laboral entre el ente público de gestión aeroportuaria y el colectivo de controladores por la regulación de las jornadas de trabajo.
El juez aprecia "indicios bastantes" para entender que varios representantes sindicales convocaron a los controladores de los aeropuertos de Palma, Eivissa y Menorca y como medida de presión a Aena y al Gobierno "decidieron, de forma conjunta y coordinada, en las asambleas que tuvieron lugar en los tres aeropuertos, paralizar el tráfico aéreo español sin tener en cuenta las repercusiones que ello tendría".
Decidieron "simular incapacidades psicofísicas para el trabajo", según recoge el auto, que indica que los controladores investigados que debían irse incorporando a los turnos programados el 3 de diciembre en los tres aeropuertos, en su mayoría alegaron incapacidad por estrés y ansiedad que les impedían ejercer sus funciones, otros no se presentaron al servicio y otros no fueron localizados.
Esta situación dio lugar a retrasos y cancelación de vuelos, falta de información, desconcierto de los pasajeros y se declaró el cierre del tráfico aéreo, "provocando numerosos perjuicios materiales y morales".
Lo mismo ocurrió en el turno de mañana del día 4, hasta que el Gobierno decretó el estado de alarma, lo que provocó que la mayoría de controladores se reincorporasen a sus puestos de trabajo en los tres aeropuertos de Balears y la reanudación del tráfico.
El juez entiende que los hechos "pueden ser constitutivos de delito y no ser tratados como un mero conflicto laboral". Entre las diligencias practicadas, el magistrado menciona la transcripción de las conversaciones entre las torres y el centro de control, los partes de incapacidad "todos idénticos" presentados y que ese fenómeno "remitió sin dejar vestigio o secuela en ninguno de los afectados".
Según el magistrado, los hechos pueden constituir un delito de sedición de la Ley Penal y Procesal de Navegación Aérea de 1964, porque los controladores de los tres aeropuertos de Balears "se concertaron, instigados por los representantes sindicales, iniciando una huelga salvaje encubierta, eligiendo los días que más perjuicios podían causar al tráfico aéreo".
Para no causar indefensión a los acusados y evitar nulidades que retrasen más la causa, el magistrado también abre juicio oral de forma alternativa por el delito de abandono colectivo o manifiestamente ilegal de un servicio público esencial y coacciones.
Han formulado escritos de acusación la Fiscalía, cuatro grupos distintos de afectados como acusaciones particulares y la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) como acusación popular.
La Fiscalía acusa por un delito de abandono de funciones y, alternativamente, por sedición. Considera autores del delito a 51 controladores aéreos y cooperadores a otros 30 y además ha pedido el archivo de la causa para dos de los investigados.
Por el delito de abandono de funciones, el ministerio público solicita que se impongan a los acusados penas de multa de 36.000 euros a cada uno y dos años de suspensión para el ejercicio de la actividad de controlador aéreo.
De forma alternativa, y en el caso de que se estime que los hechos constituyen un delito de sedición, la Fiscalía pide una pena de 4 años de prisión e inhabilitación para ejercer profesión relacionada con la navegación aérea durante el tiempo de la condena.
Pide también que indemnicen de forma conjunta y solidaria a 279 perjudicados por los gastos y por los perjuicios morales por no poder disfrutar de sus vacaciones.
Las acusaciones particulares formulan distintos escritos en los que unos acusan a 84 controladores, otros a 76, y algunos piden penas diferentes para los representantes sindicales y para los demás. En conjunto, las penas que piden oscilan entre multas de 108.000 euros para cada acusado y 11 años de prisión.
Las indemnizaciones que reclaman van desde 30.500 euros de una de las acusaciones a 2.937.904 euros de la que más solicita.