Según el estudio, dado a conocer este lunes, el sector de bricolaje y ferretería genera en Baleares ventas por valor de 390 millones de facturación cada año.
Además, a partir de sus relaciones con otras industrias complementarias y proveedores, aporta 652 millones de euros más de movimiento económico inducido. Es decir, que el sector contribuye a la economía de Baleares con 1.042 millones de euros al año.
Por ello, el informe de Foro Regulación Inteligente estima que el impacto del estado de alarma, traducido en el cierre forzoso del sector, ha costado ya 173,8 millones de euros.
Por otro lado, el coste para las arcas públicas baleares de mantener las tiendas del sector de bricolaje y ferretería cerradas es de 3,5 millones de euros al mes, entre la pérdida de recaudación en el IRPF autonómico (0,7 millones de euros) y la de los ingresos del IVA que son transferidos a Hacienda (2,8 millones de euros).